martes, 17 de marzo de 2009

La espera


No esperes nunca nada de nadie ni de la vida
Solo agradece lo que llega
Y serás por siempre feliz
Porque la espera a veces duele
La espera se lleva lo dulce de la existencia
La espera a veces lastima, a veces lacera
Si tienes tantas cosas por qué dar gracias
No gastes tu energía esperando
A quien nada espera, bendiciones le llegan
Da y no esperes nada
Ya que puede ser que, de quien algo esperas
No tenga nada que dar
Sé como dice la Escritura, como las aves
No se afanan, no esperan,
Solo toman lo que encuentran y son felices
Cantan y te alegran la mañana
Y no esperan nada de ti
Porque la espera a veces duele
Lesiona, lastima, lacera

domingo, 15 de marzo de 2009

El servicio al cliente en algunas empresas

Recientemente entré a la pastelería de un hotel cinco estrellas ubicado en el centro de la Ciudad de Santo Domingo, iba camino al gimnasio y me detuve ahí a comprar una bebida hidratante. Cuando entré sólo estaban las dos empleadas del local: una dependiente y la cajera. Di los acostumbrados saludos y me dispuse a tomar los productos de la nevera. Mientras buscaba los mismos llegaron dos jóvenes a entregar unas cajas vacías, las cuales estaban colocando encima de la vitrina de exhibición de los pasteles. Me dirigí a pagar a la caja y coloqué la mercancía cerca de la cajera. Dicha empleada permaneció inmóvil, recostada de la pared, ignorando mi presencia, la otra joven se dedicó a bromear con los muchachos de las cajas. Me quedé parada por un rato mirando a los rostros de las dos empleadas para ver si alguna reaccionaba, llegué a pensar que me había vuelto invisible. Para lograr la atención de ellas tuve que decirle en voz alta, intentando conservar la amabilidad: ¿Alguien aquí puede hacer el favor de cobrarme? Sin pedir disculpas ni mucho menos, se dispusieron a cobrarme el producto, mirándome como a un bicho raro.

Ya había tenido la experiencia en ese mismo lugar de ir a comprar otras cosas y el personal es bastante hostil, falta poco para que te gruñan al abrir la puerta, como si el cliente fuera un enemigo que va a importunarle.

Esa misma actitud tienen muchos empleados de diversas organizaciones, sin embargo es algo que perjudica tanto a la empresa como a ellos mismos, ya que ofrecer un buen servicio debe llenar de satisfacción tanto al que lo recibe como al que lo ofrece y abre muchísimas puertas y oportunidades.

Pero no todo está perdido, cuando iba saliendo, tenía las manos ocupadas con dos bolsos, la botellita y un vaso con el refresco y los dos jóvenes, al parecer empleados del mismo lugar, se apresuraron al unísono a abrirme la puerta amablemente.

Concluyo en que las empresas deben seguir invirtiendo en capacitar, orientar y evaluar constantemente su personal, pero además en que las personas debemos asumir una actitud diferente ante el trabajo y en todos los aspectos de la vida, poner empeño en hacer las cosas bien, hacerlas de buen gusto y al interactuar con los demás tratar siempre de poner nuestra mejor cara, eso ayuda a que nuestro día resulte más agradable.

Cuando

Cuando todo haya acabado
Cuando no haya lágrimas que derramar
Cuando no queden huellas de ese pecado
Dirá a la mañana, nunca jamás!
Cuando camine en solitario
Sonría, y mire un poco atrás
Sabrá que solo un centenar
De años vividos la hará olvidar
Cuando las hojas de ese diario
Estén amarillas, no se vean más
Dirá a la noche que haga un milagro
Con los recuerdos que no ha de borrar
Cuando un día mire sus ojos profundos
Y no sienta eso que la perturba
Volverá de nuevo a su antiguo mundo
Y llevará el juramento hasta su tumba

jueves, 5 de marzo de 2009

A PROPÓSITO DEL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Mi amiga Margarita me invitó hoy a participar de la presentación del trabajo final de la pasantía para optar por el título de sicóloga de una amiga común.
Fui con el interés de apoyarla, sin conocer siquiera el tópico a tratar y guiada también por el entusiasmo que me producen los temas sicológicos.
El contenido tocaba a fondo el problema de la violencia contra la mujer y enfocaba específicamente la labor que hace un organismo que trabaja con mujeres víctimas de violencia. Es algo que siempre me ha llamado la atención, la cantidad de mujeres muertas producto de la violencia, las estadísticas de mujeres maltratadas y las vivencias que tenemos en la cotidianidad de miembras de nuestro género que son lastimadas por sus compañeros y la mayoría de ellas ni siquiera denuncian los casos.
Algunos puntos de la brillante disertación que hizo la expositora me llamaron la atención, tales como:
• La mujer está siempre subyugada desde el seno familiar, está sometida a un control más estricto que al que se somete el hombre. Si se casa, pasa a ser controlada por el cónyuge o compañero, si se divorcia, la sociedad la controla, la juzga, la asedia. Si vive con los hijos, éstos se creen que ella no tiene derecho a su individualidad.
• Hay algunos actitudes de la pareja que no consideramos símbolo de violencia pero que sí lo son, tal es el caso del hombre que llama a su mujer a cada rato, supuestamente para saber si está bien. En el caso de las que tienen posiciones sociales más altas, los maridos le tienen un chofer para que la lleve a todas partes. En ambos casos cualquiera diría: Cuánto la quiere! Mentira! Es para controlarla como si fuera un niño.
• Un elemento importante es que el agresor lo primero que hace es aislar a la pareja de sus amistades y familiares, para que no tenga a quien recurrir. “No te juntes con fulanita”, “Sutano no me cae bien, aquí que no venga”, “Tu tía es muy entrometida”. La mujer se va aislando y cuando se ve acorralada no tiene a quien recurrir.
• El famoso círculo de la violencia: Mediante el cual el hombre crea las condiciones, maltrata a la mujer, luego la reconquista y ella accede. Este círculo cada vez es más recurrente y peligroso.
• Hay diferentes tipos de maltrato, está el sicológico, por ejemplo le dice que está fea, que no sirve para nada, que está gorda. Está el económico, se le retienen los recursos, se destruyen cosas materiales de valor, y el maltrato físico, el cual puede desencadenar hasta en la muerte de la víctima.
• Algo que me llamó poderosamente la atención es que no importa la condición social o económica, cultural, ni educativa de la mujer, para ser víctima de violencia. La expositora enumeró diversos casos de mujeres que eran el sustento de su familia y aún así eran maltratada. Profesionales exitosas y mujeres militares de todos los rangos, que son víctimas de ese mal. Increíble, pero cierto.
• Otro aspecto es que por lo general el agresor es defendido por la sociedad porque puede tener buenas relaciones con los demás, pero maltrata a su mujer. Cuando la mujer externa el maltrato, no le creen y la aconsejan a que no lo deje. Esto mantiene a la mujer en una inseguridad y hasta se siente culpable de la situación.
• Un punto a destacar es que muchas mujeres que buscan ayuda en el organismo especializado, abandonan la terapia y vuelven a caer en el círculo de la violencia.
Es alentador saber que hay diversas instituciones que están trabajando en ayudar a las víctimas, saber que se ha legislado sobre el tema. Aún así las informaciones que se publican diariamente en la prensa presentan un panorama poco halagador
Particularmente creo que para erradicar este mal debemos trabajar desde la familia, núcleo primordial de toda sociedad, las escuelas, las iglesias, en fin es una responsabilidad de todos lograr que para las nuevas generaciones, nuestras hijas y nietas tengan su estima lo suficientemente altas para no dejarse maltratar y los hombres valoren y respeten a ese ser que como dice la manoseada frase: “Es la mitad del mundo y la madre de la otra mitad”.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Diario de una tarde de Invierno

Estoy aquí. Hermoso lugar, tranquilo lugar,
Si existiera un paraíso terrenal este sitio no tendría nada que envidiarle.
El sonido de las olas del mar, el canto de las aves, las montañas me miran desde el horizonte.
Mariposas amarillas revolotean a mi alrededor, también en mi cabeza.
Espumas, blancas espumas, cielo azul, suave brisa me alborota el cabello.
Este paisaje, me permite rencontrarme conmigo misma
Miro el horizonte y descubro la belleza de un cuadro casi indescriptible
Un tibio sol acaricia mi piel
Palmeras, arena, cocoteros, uvas playeras
y azul, cuánto azul, omnipresente azul
Y el vacío… solo se oye el sonido del viento, el vaivén de las olas
Se escuchan hasta las hojas al caer de los árboles
Y el runrunear de la brisa y el andar de los cangrejos ermitaños
Y las aves marineras
Y esa quietud, única quietud,
Todo es placidez, todo es pulcro, todo es sublime
Es uno de mis lugares predilectos, en ninguna parte estoy mejor
Es un territorio perdido del Norte de la isla,
Donde nadie puede encontrarme
Donde solo sé quien soy
Donde solo sé que quiero
Donde sólo sé que estoy

domingo, 1 de marzo de 2009

ENCUENTRO CON FAUSTO REY

ALGO PARA COMPARTIR
Hoy primer domingo del tercer mes del año salgo con mi familia al campo para leer un poco, escuchar música y disfrutar de un día tranquilo. Decidimos regresar a la ciudad temprano dejamos nuestros hijos en la casa, porque tenían actividades propias de ellos.
Pedro y yo nos sentamos un rato en el Malecón lejos del bullicio del carnaval a escuchar música, a disfrutar de la brisa y el sonido de las olas. Parada delante de nuestro vehículo había una pequeña camioneta cargada de muchas cosas tapadas con una lona, sólo alcancé a ver unas sillas plásticas y una especie de andamios de hierro. Pero, realmente ensimismados en nosotros mismos y en el ambiente tan agradable que se respiraba, no habíamos reparado en que la camioneta tenía mucho tiempo estacionada, que le faltaba una goma y que sus ocupantes estaban fuera y no encontraban solución a su problema.
Cuando casi nos íbamos nos dimos cuenta de lo que pasaba y le digo a Pedro, por qué no habrán podido resolver la situación? Reparé en que era una familia haitiana. Pedro se acerca a ellos y regresa con un joven y me dice que vamos a llevarlos a comprar una goma, ya que no pudieron poner la respuesta, e iban para San Pedro de Macorís.
Nos dirigimos a un lugar en la Avenida Independencia a comprar el neumático, cuando estamos entrando, veo un vehículo delante nuestro y su ocupante me llamó la atención, por lo que digo en broma, “ahora sí, Fausto Rey nos cogió el turno” (lo dije bromeando porque pensé que era alguien que se le parecía). Pedro me dice, pues mira que es él. Presto más atención y confirmo que en realidad es el “Niche”. Me pareció tanta casualidad, porque el fin de semana anterior habíamos estado en un concierto de él con Sonia Silvestre en el Maunaloa. Nos gustan mucho sus canciones.
Pedro de bajó del vehículo a tratar de resolver el problema de la goma y de paso fue a saludar a Fausto, yo me quedé en el jeep. Al rato me llama para que lo salude. Lo saludo, no sin antes sorprenderme porque luce extraordinariamente joven, jovial, muy agradable y conversador. Le comentamos que estuvimos en su espectáculo, que nos gustó mucho y que somos sus admiradores. Realmente fue una experiencia bonita. Al llegar a la casa le comentamos a nuestros hijos y nos preguntaron, dónde están las fotos que se hicieron? ¡Error! No nos hicimos una foto con él. ¡Qué barbaridad! Bueno, pero pasamos un bello momento, y estamos felices de que nuestro querido artista se conserve tan bien, aparte de que observamos en el show que su voz sigue siendo la misma.