Sentada en mi balcón
Disfruto de la estación
Esta mañana de verano
En que el calor abrasador
Provoca esta ensoñación
Veo las cotorras que siempre
Sobrevuelan la mañana
Y se reflejan en mi ventana
Veo flamboyanes en su ropaje,
Pinos y almendros en mi paisaje
Alegran el amanecer
Mis maceteros, al florecer
Una orquídea solitaria,
Púrpura y estrafalaria
Celosa de mi atención
Me mira con desazón
Helechos con su verdor
Me inspiran al amor
Por la bella naturaleza
Suspiro con pereza
Pues la brisa mañanera
Se comporta con flojera
Y brilla por su ausencia
Y espero con paciencia
Esta mañana de verano
En la que agradezco al Eterno
Este deleite supremo
La parte humana, la parte inteligente de la felicidad, y aunque muchos piensen lo contrario, no se consigue por grandes golpes de suerte, sino por el análisis y la aceptación de muchas pequeñas cosas que suelen ocurrir, además, todos los días, y que por otra parte tienen muy poco que ver con las ilusiones. La capacidad de ser feliz esta mucho mas relacionada con la razón que con los ideales, de hecho estoy convencido que la idealización de la realidad no solo aleja del concepto de felicidad, sino que termina por destruirla. Por eso querida amiga cuando te leo creo estar apreciando las pequeñas cosas que tu describes y séme hacen tan hermosas
ResponderEliminarUn beso de fraternal
Interesante reflexión, José Antonio, no había pensado en ese punto de vista sobre la razón e idealización de la realidad. Pero si he descubierto que el disfrute de esas pequeñas cosas llenan la vida de satisfacción. Una mañana soleada, camino al trabajo, la vista del mar al llevar los niños al colegio, son cosas que tenemos y muchas veces no disfrutamos. A mi me encanta el mar, vivo en una isla y una ciudad costera, a veces pienso cuán dichosa soy de poderlo ver casi todos los días. Hay personas que nunca han visto el mar.
ResponderEliminarGracias por siempre estar.
veo el mar todos los dias he luchado mucho para estar cerca a el y se agradece cada dia a dios por estar tan cerca
ResponderEliminares tan bonit tu texto se vive mientras se te lee
Gracias por leerme, Raquel. Bienvenida a mi blog.
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