Rodeados del azul inmenso.
Con sus aves pescadoras planeando en la orilla.
Con la suave brisa caliente y gotitas de mar.
Y las palmas de cana,y almendros que imprimen lo verde esperanza de una ciudad de identidad decadente.
Y la gente que huye de los apagones y el calor y se dirigen hacia el Sur con sus bachatas y merengues, cual competencia de sonidos
Y paren las botellas de cerveza, de ron de vino, y refrescos.
Y se multiplican los mendigos, y vendedores ambulantes, de todo lo imaginable.
Y las mariposas del día y la noche, que venden placeres y tiempo a hombres sin rostro, ni nombre.
Doce kilómetros de Gimnasio público amplio y gratuito.
Y los impuestos y altos precios se borran por ese par de horas en que las olas acarician tus oídos y el añil deleita las pupilas cansadas.
Hermoso, romántico, único e indescriptible, malecón,
Qué sería Santo
Domingo sin ti?
Solo calles, árboles, gente deambulando
Y monotonía. Gran monotonía y aburrimiento.
Emblemático e indispensable. Pintoresco y alegre. Colorido y ruidoso.
Qué seria
Santo Domingo
Sin ti?
Hermoso escrito, digno de publicar en una columna de un periódico. A mi también me encanta el malecón así como la zona colonial.
ResponderEliminarBesos!
Gracias, Esther.
EliminarUn abrazo.