domingo, 15 de marzo de 2009

El servicio al cliente en algunas empresas

Recientemente entré a la pastelería de un hotel cinco estrellas ubicado en el centro de la Ciudad de Santo Domingo, iba camino al gimnasio y me detuve ahí a comprar una bebida hidratante. Cuando entré sólo estaban las dos empleadas del local: una dependiente y la cajera. Di los acostumbrados saludos y me dispuse a tomar los productos de la nevera. Mientras buscaba los mismos llegaron dos jóvenes a entregar unas cajas vacías, las cuales estaban colocando encima de la vitrina de exhibición de los pasteles. Me dirigí a pagar a la caja y coloqué la mercancía cerca de la cajera. Dicha empleada permaneció inmóvil, recostada de la pared, ignorando mi presencia, la otra joven se dedicó a bromear con los muchachos de las cajas. Me quedé parada por un rato mirando a los rostros de las dos empleadas para ver si alguna reaccionaba, llegué a pensar que me había vuelto invisible. Para lograr la atención de ellas tuve que decirle en voz alta, intentando conservar la amabilidad: ¿Alguien aquí puede hacer el favor de cobrarme? Sin pedir disculpas ni mucho menos, se dispusieron a cobrarme el producto, mirándome como a un bicho raro.

Ya había tenido la experiencia en ese mismo lugar de ir a comprar otras cosas y el personal es bastante hostil, falta poco para que te gruñan al abrir la puerta, como si el cliente fuera un enemigo que va a importunarle.

Esa misma actitud tienen muchos empleados de diversas organizaciones, sin embargo es algo que perjudica tanto a la empresa como a ellos mismos, ya que ofrecer un buen servicio debe llenar de satisfacción tanto al que lo recibe como al que lo ofrece y abre muchísimas puertas y oportunidades.

Pero no todo está perdido, cuando iba saliendo, tenía las manos ocupadas con dos bolsos, la botellita y un vaso con el refresco y los dos jóvenes, al parecer empleados del mismo lugar, se apresuraron al unísono a abrirme la puerta amablemente.

Concluyo en que las empresas deben seguir invirtiendo en capacitar, orientar y evaluar constantemente su personal, pero además en que las personas debemos asumir una actitud diferente ante el trabajo y en todos los aspectos de la vida, poner empeño en hacer las cosas bien, hacerlas de buen gusto y al interactuar con los demás tratar siempre de poner nuestra mejor cara, eso ayuda a que nuestro día resulte más agradable.

2 comentarios:

  1. es tu bo muy chida esta reflexion y me ayudo ami tarea !EXELENTE¡

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  2. Muy buen mensaje by: Miguel PAy

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