domingo, 1 de marzo de 2009

ENCUENTRO CON FAUSTO REY

ALGO PARA COMPARTIR
Hoy primer domingo del tercer mes del año salgo con mi familia al campo para leer un poco, escuchar música y disfrutar de un día tranquilo. Decidimos regresar a la ciudad temprano dejamos nuestros hijos en la casa, porque tenían actividades propias de ellos.
Pedro y yo nos sentamos un rato en el Malecón lejos del bullicio del carnaval a escuchar música, a disfrutar de la brisa y el sonido de las olas. Parada delante de nuestro vehículo había una pequeña camioneta cargada de muchas cosas tapadas con una lona, sólo alcancé a ver unas sillas plásticas y una especie de andamios de hierro. Pero, realmente ensimismados en nosotros mismos y en el ambiente tan agradable que se respiraba, no habíamos reparado en que la camioneta tenía mucho tiempo estacionada, que le faltaba una goma y que sus ocupantes estaban fuera y no encontraban solución a su problema.
Cuando casi nos íbamos nos dimos cuenta de lo que pasaba y le digo a Pedro, por qué no habrán podido resolver la situación? Reparé en que era una familia haitiana. Pedro se acerca a ellos y regresa con un joven y me dice que vamos a llevarlos a comprar una goma, ya que no pudieron poner la respuesta, e iban para San Pedro de Macorís.
Nos dirigimos a un lugar en la Avenida Independencia a comprar el neumático, cuando estamos entrando, veo un vehículo delante nuestro y su ocupante me llamó la atención, por lo que digo en broma, “ahora sí, Fausto Rey nos cogió el turno” (lo dije bromeando porque pensé que era alguien que se le parecía). Pedro me dice, pues mira que es él. Presto más atención y confirmo que en realidad es el “Niche”. Me pareció tanta casualidad, porque el fin de semana anterior habíamos estado en un concierto de él con Sonia Silvestre en el Maunaloa. Nos gustan mucho sus canciones.
Pedro de bajó del vehículo a tratar de resolver el problema de la goma y de paso fue a saludar a Fausto, yo me quedé en el jeep. Al rato me llama para que lo salude. Lo saludo, no sin antes sorprenderme porque luce extraordinariamente joven, jovial, muy agradable y conversador. Le comentamos que estuvimos en su espectáculo, que nos gustó mucho y que somos sus admiradores. Realmente fue una experiencia bonita. Al llegar a la casa le comentamos a nuestros hijos y nos preguntaron, dónde están las fotos que se hicieron? ¡Error! No nos hicimos una foto con él. ¡Qué barbaridad! Bueno, pero pasamos un bello momento, y estamos felices de que nuestro querido artista se conserve tan bien, aparte de que observamos en el show que su voz sigue siendo la misma.

4 comentarios:

  1. ¿Y las fotos? jajajaja! Me encanto tu anecdota, sobretodo la generosidad de ayudar al señor con la goma. Besotes manita

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  2. jajajajaja. Lo de la goma se resolvió y las personas pudieron hacer su viaje, felizmente. Y colorín colorado...

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  3. Son las cosas que nos pasan cuando somos originales y dedicarnos tiempo para reencontrarnos con nosotros mismos. Sucede lo inesperado, somos utilizados por el senor Dios, nos pone a prueba y nos confronta realidades...tanto el artista como la familia haitiana (Fausto tiene vena haitiana) tenian problemas de "goma" estaban "desgomados" La camara no fue bien manejada! jajajajaj!

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